miércoles, 30 de marzo de 2011

Cambios

Todos buscamos un lugar al que pertenecer, aunque sea dentro de nosotros mismos. Por experiencia, he aprendido que las personas que no quieren depender de nadie es porque no desean que nadie cambie su manera de ser. No es que tengan miedo al fracaso, o al dolor posterior del golpe; tienen miedo a dejar de ser como son. Amor propio.

Tampoco me gustaría que nadie forzara mi cambio. Pero dudo que esas personas comprendan que se puede cambiar por propia voluntad. Y que ese cambio también se siente como algo propio. No tiene nada que ver con lo meramente accidental o impuesto. Esto sólo se comprende mediante el amor. Cuando se pasa de uno mismo al otro; al percatarnos de que no somos lo más importante, ni siquiera para nosotros mismos. En todo caso, pudiéramos serlo para los demás, en algunas ocasiones extraordinarias.

Aún no ha llegado su momento.
Hay personas que nunca lo tendrán.

Sería absurdo hablar de la vida como un cuento de hadas. También hay melodramas. Y series B.
Yo nunca vería una de esas películas superficiales por voluntad propia

lunes, 28 de marzo de 2011

Nos enfrentamos a la realidad como si viéramos el centrifugado en una lavadora. Sólo vemos algunos colores, fugazmente, e intentamos averiguar a qué prenda pertenecen. Intentamos definir los límites. Trazarlos. Cuando todo puede ser lo mismo. No lo sé. Apenas sabemos nada. 

Y no digo que no haya un objeto verdadero. Pero nosotros nos acercamos a la realidad conociéndola. Y tenemos muy poca seguridad de lo que conocemos. Miramos los mismos objetos, y cada uno ve cosas distintas. Porque las cargamos con distintos pesos. Con la historia, la simbología y la ideología personal. 

Aportamos mucho de nosotros mismos al objeto cuando lo conocemos. Lo construimos a la par que lo conocemos.

domingo, 27 de marzo de 2011

Ciclico.

Te apareces por aquí de cuando en cuando. Y en ese tiempo de silencio me voy convenciendo de que mis sospechas son absurdas; no puedes ser tú. Me voy convenciendo de lo surrealistas que son mis pensamientos y de mi propia locura.

Y cuando más convencido estoy, vuelves a romper el silencio. Todo esto es cíclico. Y cuando más tranquilo estoy, cuando ya me he olvidado de ti y desisto en mi empeño de intentar averigüarte, aparecen señales que me llevan directamente hasta ti, sin dejar ninguna otra posibilidad. Señales tan obvias que son innegables. Que resaltan sin remedio.

Lo curioso es que nunca he sospechado de nadie diferente, pero no puedo creer que seas tú. No entiendo por qué harías algo así. Qué quieres. Esa es la verdadera incógnita. Tu manera de actuar me deja en la más profunda incompresión. Es como si estuvieras luchando por que te viera y por que no te viera al mismo tiempo. Me desconcierta.

Al menos, podré consolarte diciéndote que has conseguido una parte de lo que querías: no tengo la menor idea de quién eres. Sigues perfectamente oculta.

viernes, 25 de marzo de 2011

Mientras vivas te pasaran cosas

Y es lo más evidente lo que algunas personas no quieren ver. Pero la realidad es independiente de su vista o su entendimiento. Seguirá sucediendo así. La realidad no necesita ser vista o entendida para seguir siendo. Eso es lo único que puede hacer.

La realidad es que no puedes evitar que sucedan cosas. No puedes evitar las experiencias, los conflictos. Y también es una realidad obvia que no debes intentarlo siquiera. Son los conflictos y las experiencias los que nos hacen madurar y desarrollarnos. Sin ellos, nunca podríamos ser realmente nosotros. Seríamos un ser vivo indeterminado, sin personalidad.

Es en las situaciones límite y en los dilemas cuando más aprendemos de nosotros mismos.

No intentes cambiar lo inmutable, o acabarás extenuado. No te rebeles contra lo inminente, contra lo necesario, porque será totalmente en vano. Será un inútil gasto de energías. Y será triste.

jueves, 24 de marzo de 2011

En realidad, lo que todos buscamos es una persona que nos deje ser nosotros mismos y no nos culpe por ello. Alguien que acepte nuestros defectos, y no intente borrarlos. Que nos quiera con ellos. Que nos comprenda.

Eso se llama "amor incondicional". Cuando te quieren por lo que eres, y no por lo que haces o por lo que llevas puesto, es imposible que dejen de quererte. Uno no puede cambiar su esencia. En todo cambio hay algo que permanece. Algo que no es accidental.

No se puede mejorar sin el deseo de mejorar. No se puede forzar un cambio así. Necesitamos alguien que sepa ver nuestra esencia. Alguien que nos haga querer mejorar; y no que nos obligue a "mejorar".

Junto al ser, viene la manera de amar. Cada persona tiene su manera de amar. Y eso es algo que tampoco hay que intentar cambiar. Creo que no hay nada más doloroso que el sentimiento de culpa que te hacen sentir algunas personas, simplemente por ser como eres.

La felicidad no puede lograrse más que por el propio perfeccionamiento. No digo que los defectos haya que dejarlos estar. A mí nunca me ha servido esa famosa excusa de "es que soy así". Vivir debe consistir en intentar alcanzar la perfección posible. Está claro que somos finitos, y que nunca llegaremos a lograr con plenitud ese propósito, pero eso no quiere decir que no debamos dar lo máximo de nosotros mismos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

 Necesito algo nuevo, algo, que provoque un seísmo en mi interior. Quiero que vuelvan a dejarme el corazón temblando como un flan. Necesito algo distinto, algo que no conozca ya. Que me provoque una reacción.

Porque una vez nos acostumbramos a algo, resulta mucho más difícil que nos mueva. Y yo estoy acostumbrado a todo lo que conozco. El misterio está en verlo todo como algo nuevo, en no caer bajo el peso de la rutina. 
 Seguir viendo todo como una porción del infinito.
 Lo que importa es tener un pensamiento propio. Una personalidad original.
Nacemos únicos, pero sólo por nosotros mismos podemos convertirnos en algo extra-ordinario.
La libertad es la indeterminación que invita a la auto-construcción de uno mismo.Yo nunca me enamoro de segunda mano.